venerdì 1 febbraio 2019

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La muralla española

La construcción de la imponente muralla y los dos baluartes que la costean fue ordenada en abril de 1529 por HectorPignatelli, virrey del Reino de Sicilia. Las indicaciones del virrey contenían una planificación hasta en los más mínimos detalles de los trabajos. La construcción del baluarte circular de Santa María fue encomendada al maestro constructor Simone Messina, quien probablemente se encargó también de erigir la mitad de la larga muralla empleando 9 trabajadores especializados y 22 obreros simples. Por su parte el maestro constructor Carlo Florio con el mismo número de empleados sería el encargado de la construcción de  la otra mitad de la muralla y del imponente baluarte de las Islas.  No resultan sin embargo documentos que acrediten que los trabajos fueron terminados bajo la dirección de los maestros Messina y Florio.

Todas las obras, incluidos los tramos de muralla que desde los dos baluartes llegan hasta la fundición y a la iglesia de la Anunciación, fueron proyectadas por el ingeniero militar Pietro Antonio Tomasello originario de Padua, que se hallaba al servicio del emperador Carlos V desde 1523.
 

La muralla construida en el siglo XVI en una foto tomada desde la parte alta del baluarte de Santa María. Al fondo, el baluarte de las Islas precedido en la parte central por el revellín de San Giovanni, este último construido en el siglo XVII


Un documento del 12 de octubre de 1529 describe una actividad que ya se encontraba en marcha aunque no era demasiado frenética, con los trabajos de excavación de los dos baluartes ya realizados pero con los cimientos aún sin ejecutar y por lo tanto con un peligro concreto de que el foso se llenara de agua. Mientras que, por su parte, los cimientos de un tramo de la muralla comprendida entre los dos baluartes ya se habían realizado. En febrero de 1532 una tercera parte de esta ya había sido completada (80 de los 240 metros de longitud).

Las excavaciones preliminares a la construcción de los cimientos fueron encargadas a 24 obreros que se añadían a los dos equipos de trabajadores dirigidos por los maestros constructores Messina y Florio, a los cuales se unieron dos parejas de maestros escultores que debían esculpir las decoraciones en piedra. Entre ellas, el robusto cordón que delimita la boca inferior de cada uno de los 55 conductos oblicuos (“gettapietre” - lanzapiedras) destinados a atacar al enemigo con el lanzamiento de piedras introducidas por la boca superior de dichos conductos.

Los trabajos terminaron hacia el 1537. Un siglo después, dos revellines mejoraríanla defensas de la imponente muralla ya protegida por un foso seco (que se podía atravesar gracias a un puente levadizo) y por algunos cañones que se encontraban en dos baluartes contiguos.

 

 





 





 
El muro defensivo del siglo XVI en una foto tomada alrededor de 1925 a la altura del baluarte de las Islas (archivo del doctor G. Bucca)

 

 



 


La muralla y los bastiones de Santa María y de las Islas en un dibujo del ingeniero militar Tiburcio Spannocchi (1578)